sábado, 14 de agosto de 2010

CONvidaNDO POESÍA

dolores

i
cada perla del rosario (dice mi madre) es una vitamina celestial
y en la comida pide por mis hermanos, por sus nietos, por mi padre
por la señora que conoció, por el hospital, por sus yernos, por
sus nueras, por mis tíos, por los doctores, por los abuelos que ya
no están, por sus muertos
hace silencios, calma torbellinos, me mira con una tristeza
profunda e infinita:

vino aquí/ coció tierra e hizo adobes
construyó paredes y las techó con láminas y tejas
-entonces- mis hermanos mayores lloraban mucho
y tenían hambre y abandono

lo que yo le digo es que la casa absorbió –desde entonces – todos los llantos
cada hermano que nació trajo consigo un ladrillo y construimos cuartos
pusimos un baño, la dotamos con puertas, ventanas, drenajes y tuberías

y de le digo que la humedad en las paredes son tristezas que minaron
que la casa son la extensión de nosotros
que la casa es caparazón que guarda a ella

ii

cada perla (dice Dolores) es una vitamina celestial
y al llegar el día o caer la noche reza por mi
y con las aves marías y los padre nuestros tejió sobre
mi mano un escapulario

en la comida
yo le digo que la casa es ella

abre las ventanas y deja la puerta abierta
para que se anide el sol

iii

sus oraciones siempre llegan a su destino
ella llamó a Dios y Dios habita su casa



Oración

apesar del abandono y de la soledad infinita
a pesar de mi
hay un lenguaje que conozco
lo sé porque entablamos nuestro diálogo interno
como quien anda entre oscuridades y desciende a sus
infiernos y llega para sí mismo
solo hay la esperanza infinita
que mañana no será como ayer
solo mi sueño sobre tu regazo
protege y sana

JOSÉ ANTONIO NERI TELLO