Viejita
Con una mano se puso a repasar los
pliegues de su falda sin planchar y
con la otra se puso a planchar las
arrugas de su frente.
Fe
Oró pidiendo oro.
Secreto
Fue la pluma de un colibrí el instrumento
con que Monterroso escribió
los microcuentos.
Solterona
Desde pequeña sintió gran afición
por las lecturas. Para ella la
literatura lo era todo, por eso hasta
el día de su muerte, tuvo por esposo
a un libro.
Estatura
El pigmeo que ganó un concurso de
cuento breve se siente el Augusto
Monterroso de los enanos.
De Elías Dávila Silva
(Textos tomados del No. 1 de la revista Urawario, Zinacantepec, Estado de México).
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